Me gusta la pasta, adoro el queso y si además le añadimos a la fórmula un jamón serrano bien curado no hay quien se resista así que os podréis imaginar el por qué me encanta esta receta.
En primer lugar picamos finamente la cebolla y la doramos con un chorrito de aceite virgen extra en una sartén grande. Cuando la cebolla esté casi hecha le añadimos el jamón serrano troceado y lo salteamos unos minutos antes de incorporar el queso gorgonzola troceado y la nata. Le añadimos la pimienta recién molida y la nuez moscada y rectificamos de sal (ojo que el jamón serrano ya le ha aportado un toque salado)
Lo removemos todo bien hasta que el gorgonzola se funda y finalmente añadimos las nueces. Si quieres que la salsa espese un poco más puedes añadir un poco de parmesano rallado y si, por el contrario, te ha quedado demasiado espesa y quieres aligerarla un poco puedes añadirle un chorrito de leche.
Finalmente incorporamos en la sartén la pasta previamente cocida y la removemos bien para que se impregne de la salsa. A la hora de servir espolvoreamos con un poco de perejil recién picado.
qué pinta!!!
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