Magdalenas de plátano y chocolate

¿Qué os parece la nueva imagen del blog? Este cambio han sido palabras mayores, ¿verdad? Para mí esta plantilla para el blog es el último regalo de Reyes que me ha llegado, pero en vez de Oriente, de Austria. No sé de que manera agradecer a Mai este increíble regalo así que la receta de hoy va dedicada a ella.

La recta la vi por primera vez en el listado de recetas donadas del blog de Mai. En principio era sólo un bizcocho, como el que presenta Lara de Cocinax2 pero al final decidí hacer magdalenas. 

Ya sabéis que mi sobrino come en casa y que hay que convencerlo para que pruebe algo y qué mejor manera de camuflar la fruta en unas magdalenas de chocolate? Nadie se resiste al chocolate y menos él así que reto superado. Le encantaron y se llevó unas cuantas para la merienda en su casa. Aquí os dejo la receta.

Es una receta muy fácil y rápida de hacer así que mientras lo hacemos ponemos a precalentar el horno a  160º. Comenzamos triturando los plátanos (que sean de Canarias) junto con el azúcar y los huevos. Fundimos el chocolate con el aceite en el microondas y lo mezclamos con los plátanos triturados. Tamizamos la harina con la levadura y vamos mezclándola poco a poco con la mezcla de los plátanos y el chocolate. Lo haremos con movimientos envolventes y con cuidado para que se integren todos los ingredientes perfectamente y no se formen grumos.

Rellenamos 3/4 de los moldes para magdalenas. Horneamos el bizcocho durante unos 20 minutos. Si usas un molde grande para toda la masa y hacer un bizcocho en vez de magdalenas tardará más o menos una hora. Comprueba que está completamente hecho pinchando el bizcocho con una brocheta de madera y si sale limpia es que ya está.

Una vez sacado del horno dejamos que se enfríe completamente sobre una rejilla y ya está listo para degustar. Si os cuesta darle frutas a los niños ésta es una forma sencilla de camuflarla y si, como a mí, os gusta la fruta estas magdalenas son perfectas para disfrutarlas es una de estas frías tardes. No quedarán ni las migas.