En junio volvimos a visitar la costa este americana. Desde que estuvimos la primera vez le decía a mi amigo Pedro "tienes que ir a Nueva York" y él siempre me contestaba "cuando vaya iremos juntos" y así fue. Las navidades pasadas planteamos la idea de ir a Nueva York, pero ya que estábamos allí podíamos aprovechar y dar un salto a la capital americana y alguna que otra ciudad que nos pillara de camino. La otra vez me quedé con ganas de ver más de Washington así que aprovechamos y nos quedamos dos días completos es esta grandiosa ciudad. En estos dos día visitamos sus numerosos monumentos y memoriales como el de Washington, Roosevelt, Jefferson, Lincoln, Marthin Luther King, a los caídos en las guerras mundiales, el Corea, en Vietnam... (estos americanos se meten en todos los fregaos), el Capitolio con su impresionante biblioteca y el famoso cementerio militar de Arlington en donde se encuentra la tumba de Kennedy.
De vuelta a Nueva York hicimos una primera parada en Baltimore, en donde además de degustar sus famosos cangrejos con su típica cerveza, paseamos por el muelle (antes de que nos pillara la lluvia de lleno)
La última parada antes de llegar a la gran manzana fue Philadelphia, una de las ciudades más antiguas del país y su primera capital en donde se firmó la declaración de independencia. Aquí la lluvia nos perseguía y con saña (pocas veces he visto llover tanto, incluso nos llegaron alertas al móvil para avisarnos de la fuerte tormenta) Estuvimos en el Independence Hall, paseamos por sus calles, incluida la zona de chinatown y subimos las escaleras del museo de historia (famosas por salir en la película de Rocky) Como no podía ser de otra forma, también visitamos su antiguo mercado en donde degustamos los famosos bocadillos cheese philly steak (una delicia cargada de grasa)
Y llegamos al plato fuerte del viaje, la ciudad de los rascacielos por antonomasia. Una ciudad vibrante en la que nunca te aburres (o por lo menos yo nunca lo hago) Cargada de emblemáticos edificios, tiendas en las que arruinarte, parques por los que perderte o museos en los que disfrutar. Ya hemos estado dos veces y seguro que al menos una tercera caerá (si puede ser en navidad)
Paseamos por Central Park, cogimos el ferry a Staten Island para ver de cerca la estatua de la libertad, cruzamos el puente de Brooklyn, subimos a la cima del Top on the Rock para ver un espectacular atardecer, comimos en Central Station, nos adentramos en el Bronx, nos emocionamos en el memorial a las víctimas del 11S, visitamos barrios como Chinatown, Little Italy, Soho, Tribeca, ... hicimos yoga (o lo intentamos) en Bryant Park, visitamos la Bolsa (a ver si pillábamos algo), nos deslumbramos con las luces de Time Square, nos comportamos como niños en jugueterías tan emblemáticas como la FAO Schwarz e incluso le pedí un diamante a mi marido delante de Tiffany´s entre otras muchas cosas. Como veis este viaje no ha tenido desperdicio y es que la Gran Manzana no tiene desperdicio.
En cuanto a compras qué os voy a decir, la tarjeta tiene que estar bien cargada ya que aunque muchas de las cosas son más económicas que aquí, hay tanto donde elegir que no tienes suficiente espacio para llevártelo todo y os lo digo por experiencia ya que tuve que comprar un bolso para traer muchos cacharritos y moldes que compré.
Visité muchas tiendas y de todas ellas he de destacar la de Le Creuset (habían cosas hasta con el 60% de descuento, lástima que las cacerolas pesen tantísimo), la tienda de William Sonoma cerca de la 5ª Avenida, Sur le table, Whisk justo al lado del Flatiron o Fishs Eddy que está en el 889 de Broadway. Compré de todo y no sólo en estas tiendas sino en otras más pequeñas que encontraba por ahí. La verdad es que disfruté como una enana.
Pocos meses antes había viajado a Nueva York mi queridísima Juana y me insistió mucho que fuera al Chelsea Market. La verdad es que me quedé impresionada ya que no lo conocía. Es un precioso mercado lleno de tiendas gourmet y en donde se puede degustar una deliciosa comida. Nosotros nos decantamos por una sabrosa clam chowder y la langosta a la mantequilla (qué delicia!!)
Nueva York es una ciudad cargada de cultura y esto se ve en la gran variedad de restaurantes que puedes encontrar, desde un archiconocido italiano hasta un restaurante especializado en comida etíope. Sus calles están repletas de camiones de comida en los que se sirven además de los típicos hoy dogs, una variedad de platos y bocadillos increíbles (más de una vez nos acercamos atraídos por sus olores) Visitamos mercados locales y las llamativas tiendas de chinatown. Comimos comida callejera, probé los famosos cannoli en Little Italy, la pizza de la famosa Famiglia, las hamburguesas y el batido del ahora tan de moda Shake and Sack, perritos callejeros, más de una sabrosa ensalada y algo de shushi entre otras muchas comidas.
Como veis, este viaje ha dado para mucho y en tan buena compañía la verdad es que se disfruta el doble. Llegamos a casa y me para ver las fotos del viaje con mis hermanas preparé una de las comidas que mas relacionamos con la cocina americana, sus famosas hamburguesas.
Este año nosotros repetimos en un local que nos gustó mucho la primera vez que estuvimos en Nueva York, las deliciosas hamburguesas del Jackson Hole así que intenté recrearla en casa y he de decir que nos encantaron!! Comenzamos preparando los panecillos. Para hacerlos me he guiado de la receta de Webosfritos
En un poco del agua tibia disolvemos la levadura (cuidado con calentar mucho el agua que nos cargamos los principios activos de la levadura) En un bol mezclamos la leche, el resto del agua, el aceite y el huevo batido. En el bol de la batidora ponemos la harina, el azúcar, la sal y hacemos un hueco en medio para incorporar la mezcla de los ingredientes húmedos y la levadura disuelta en el agua. Mezclamos muy bien y comenzamos a amasar con ayuda de la máquina unos diez minutos hasta conseguir una masa elástica y un poco pegajosa. La pasamos a un bol grande engrasado. Cubrimos con un paño y la dejamos levar hasta que doble su volumen (al menos hora y media)
Una vez doblado su volumen sacamos la masa y le sacamos el aire amasando. Dividimos la masa en porciones (podemos hacer 8 panecillos de unos 100 gramos cada uno o 6 panecillos más grandes, de unos 130 gramos cada uno) Formamos una bola con cada porción de masa (el video de webosfritos está muy bien para ver cómo amasar) y las colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno. Aplanamos un poco cada bola y la cubrimos con un paño para que vuelvan a levar el doble de volumen (una hora más o menos). Descubrimos nuestros panecillos y los pincelamos con agua (cuidado con no pincharlos para que no se desinflen) espolvoreando encima de cada uno un buen puñado de semillas de sésamo (se caen muchas tras el horneado así que no escatimar) Los metemos en el horno precalentado a 200º, pulverizamos el horno con agua y los horneamos entre 12 y 15 minutos, hasta que se doren. Durante el primer levado de los panecillos podemos preparar nuestras hamburguesas y para ello me he fijado en la receta de Kanela y limón.
Salpimentamos la carne y la mezclamos con el resto de ingredientes hasta incorporarlos. Dividimos en porciones (6 u 8, depende del número de panecillos que hayamos hecho) formando bolas que aplastaremos con la mano y en cuanto estés nuestros panecillos las haremos en la parrilla. Al darles la vuelta les pondremos una loncha de queso para que se funda.
Para montar las hamburguesas podemos usar varios complementos. Yo en esta ocasión las he servido con lechuga, una buena rodaja de tomate, unas lonchas de bacon crujiente y un huevo a la plancha, toda una delicia.
De vez em quando gosto de comer um hamburguer assim com tudo.
ResponderEliminarEsse ficou uma delicia.
Lindas fotos ,obrigada pelo passeio virtual.
Boa semana
bjs
Ya tenía ganas de ir a Nueva York pero después de ver este espléndido reportaje fotográfico, lo estoy deseando. Como me conozco, sé que tendría que llevarme dos bolsos vacíos en la maleta para traerme toooodo lo que iba a comprar. De momento y hasta que pueda ir, me quedo con tu estupenda hamburguesa. Besos.
ResponderEliminarQue maravilla, llevadme con vosotros la proxima vez jajajaja mil besiños y feliz semana¡
ResponderEliminarYo también me apunto. No quiero morirme sin ir a NY!!!!!!!!!! jeje, a la hamburguesa también, aunque esa me da igual donde tomarla!!! Besiños.
ResponderEliminarMadre mía, Déborah... Pedazo de viaje! Y esas tiendas! Ayyyyyyyyyy, qué envidia, mi niña! Me han gustado muchísimo esos mosaicos de fotos. Muy chulos!!!!!!
ResponderEliminarBesitosssssss
Guaaaau que recuerdos me acabas de traer!
ResponderEliminarLa verdad que las tiendas en Nueva York son una perdición, yo también me vine cargada de cositas!!!
Precioso viaje!
B7ssss
Oh my Good! (¿Se dice así?). Se me cae la baba a cubos y no tanto por la hamburguesa , que me la comía ahora mismo entera y sin pestañear. Que te la has currado desde el pan hasta el relleno), sino por todo lo que has visto. QUe bien aprovechado el tiempo!. yo nunca he estado y si conozco los lugares que nombras es por el cine y las series americanas (de algo tenía que servi la tele, jajajajaja) y por algunas novelas (que también leo, ;) ). Y encima vas y te compras esas monerías, ohhhhhhh, me imagino el trabajazo de tener que elegir entre todo lo que hayas visto y no poder cargar bien las malestas, debió ser terrible.
ResponderEliminarBueno, pues ahora a disfrutar de todos los recuerdos y a prepararnos cosas riquísimas esas cazuelitas, en los moldes, y los cubiertos blancos!, son preciosos.
Bienvenida y un besazo!
Te han quedado de cine estas hambuergelas , me tomaba una de buena gana, se ven super buenas, esto son hambuerguesas y no las industriales...Que suerte niña la tuya poder hacer esos viajes, yo tambien me volveria loca comprando de esas cositas, me encanta todo lo que te has traido, algun dia no se cuando ire jeje...Bess
ResponderEliminarQue viaje tan chulo, que compras más divinas, incluido bolso para traer más cosas jajjajajaj
ResponderEliminarlas burguer riquíismas!
Besazos.
Un gran viaje y aprovechado a tope, con compras incluidas.
ResponderEliminarUnas hamburguesas que dan ganas de ponerse a hacerlas ya mismo.
Besos.
Qué chulada Deborah, me ha encantado el post y la hamburguesa ni te cuento, ese huevo frito parece de porcelana, jajaja. Con una de estas tengo yo para todo el día, pero qué rica se ve. Feliz día preciosa.
ResponderEliminarMe ha encantado el post. Desde luego tu hamburguesa es de puro lujo y ya me gustaría tenerla aquí para incarle el diente.
ResponderEliminarEn cuanto al crónica del viaje... genial!!! Me alegro que lo pasaras tan bien... y compraras tantas cosas!!!
besos
Un gran viaje que a todos nos gustaria hacer y aprovechado a tope y con las compras que siempre nos apetece traernos a casa.
ResponderEliminarUnas hamburguesas que dan ganas de comerlas ahora mismo y no hacer comida
Bss
Vaya pasada de viaje, de rectas y de fotos! Me alegro del disfrute. Un beso
ResponderEliminarUmmmmmmmmmm a que hora dices que se cena en tu casa me voy pipitandooooooooooo seguro tus hamburguesas estan de muerte relenta no hay mas que ver la foto te han quedado de relujo, tus hermanas no dejarian de hacerte la ola .
ResponderEliminarEl viaje fantastico seguro que lo pasasteis genial yo no podira ir a tanta tienda de cacharritos como dice mi marido necesitaria un maleton para traerme todo y todo ademas de dejar la tarjeta temblando jajajaa, las compras son una cucada me encanta todo pero los moldes de colores para los bund me gustan mas que los que he visto por aqui en tiendas web .
Bicos mil y feliz semana wapa.
Pedazo de hamburguesa Déborah! Se ve espectacular en las fotos. Y pedazo de viaje a N.Y. Me encanta todo lo que nos has enseñado, las fotos y las compras que has hecho allí. Qué envidia!!
ResponderEliminarBesos
Deborah, si yo fuera a Nueva York sería una perdición para mi, como me han gustado todas las cosas que has comprado y de las hamburguesas que te voy a decir que no sepas, que te han quedado fantásticas, para no tomar una, sino dos, que ricas, besos
ResponderEliminarSofía