Este típico postre inglés me sirve como presentación de nuestro primer viaje del 2015. A finales de enero pudimos hacer una nueva escapada a Londres, casi cuatro días completos!! Era mi tercera visita a la capital inglesa y parece que a la tercera va la vencida porque por fin me he enamorado de esta ciudad. Salimos el viernes a las seis y media de la mañana en vuelo directo hasta Londres por lo que llegamos poco antes de las once de la mañana. En cuanto nos instalamos en el hotel salimos a visitar la zona de Covent Garden. Muy cerca se encuentra el primer descubrimiento de este viaje, la singular Nial´s Yard. Después de patearnos Covent Garden y sus alrededores con la Royal Opera House nos fuimos el British museum, ya que al ser viernes cerraban a las ocho y media de la noche así que había que aprovechar y más con el frío que hacía al caer la noche. Tras visitar nuestras salas favoritas del museo nos fuimos caminando hasta la zona de Picadilly Circus pasando antes por el pintoresco centro comercial de Liberty. Terminamos la noche comiendo un perrito y una hamburguesa en el local de Jamie Oliver.
El sábado nos levantamos bien temprano para visitar la Torre de Londres, pero sin visitarla por dentro ya que este viaje preferimos más pasear por la ciudad que entrar en los monumentos que ya conocíamos. Atravesamos el Tower Bridge y contemplamos las modernas construcciones a ambos lados del Támesis entre las que se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad y uno de los edificios más altos de Europa. Paramos en otro de los grandes descubrimientos de este viaje, el Borough Market, pero esto se merece una mención aparte así que ya os lo enseño más adelante. Tras reponer fuerzas comiendo algo en el mercadillo nos fuimos al comúnmente conocido como teatro de Shakespeare y desde allí subimos a la cafetería del Tate Modern para sacar unas preciosas fotos de la catedral de San Paul. Cruzamos el Milenium Bridge y paseamos por los alrededores de esta imponente catedral antes de irnos a coger de nuevo el metro.
Como he dicho, el Borough market se merece una mención aparte y es que este mercado me enamoró. Es uno de los mercados más grandes de Londres y se extiende bajo los arcos del ferrocarril y el London Bridge. En él se pueden encontrar productos llegados de todas partes del país y del continente y se prepara comidas de lo más apetitosas. Allí se puede comprar desde un faisán hasta una pequeña botella de aceite de oliva con trufas. Toda una experiencia que no te debes perder si viajas a Londres. Allí probamos varias cosas pero me quedo con una súper cookie de chispas de chocolate.
A medio día visitamos el famoso mercadillo de Notting Hill pero antes hice una breve parada en una tienda de artículos de cocina que se encuentra muy cerca, Kitchen ideas. Tras comprar un par de cosas nos encaminamos al abarrotado mercadillo y allí me llevé una gran decepción ya que iba con la intención de comprar algunos cubiertos y platos antiguos pero el precio que pedían era desorbitado así que mi gozo en un pozo. Paseamos un rato y paramos a comer una cupcake en Hummingbird bakery y he de decir que la red velvet está de vicio, eso sí, hay que hacer una cola importante pero merece la pena para darse el capricho. Javi se agobió con tanta gente así que nos marchamos y justo al lado de la parada de metro de Notting Hill está la tienda de Jamie Oliver en donde se puede comer o simplemente comprar algunos de sus productos o libros. Luego fuimos a la zona de Regent Park, donde está el Palacio de Kensington, sonde vivió Diana. En uno de los laterales del parque se encuentra el Albert Royal Hall y justo detrás el museo de historia natural (ese día no pudimos visitarlo porque las colas eran kilométricas!! pero volvimos el lunes) Nos acercamos a Buckingham Palace y paseamos por Hyde Park.
Por la noche visitamos el famosísimo Harrods y volví a perderme por su zona de comidas. Simplemente impresionante, podría pasarme todo el día allí.
El domingo comenzamos el día en Trafalgar Square,con la Galería Nacional y la columna de Nelson. A las diez y media se celebra el cambio de guardia montada en la Horse Guard Parade, cerca de la casa del primer ministro. Luego nos acercamos a la Abadía de Westminster y al Parlamento con su emblemático Big Ben. Cruzamos el puente para coger el metro justo detrás de la altísima London Eye. Cogimos el metro para ir a Camden a comer en su mítico mercadillo.
Camden Town es un lugar conocido por la vida alternativa de sus habitantes además de por celebrarse los domingos un mercadillo impresionante. Puedes comprar de todo, pero yo me centré en la basta oferta de comida que había. Era como viajar por el mundo culinariamente hablando, desde la tortilla española, a los tacos mejicanos o los típicos fideos chinos. Aprovechamos para probar varias cosas y el postre nos lo fuimos a comer a Primrose bakery.
Por la noche nos acercamos a Picadilly Circus en donde habíamos quedado con una amiga para tomar algo pero antes hicimos una breve parada en la preciosa estación de King´s Cross St Pancras. Como llegamos antes de tiempo nos acercamos a Chinatown y caminamos por su calle principal.
El lunes era nuestro último día en la capital británica así que nos dirigimos a la City con sus grandes bancos, la bolsa, el antiguo ayuntamiento, Guidhall y el precioso mercado victoriano de Leadenhall. Desde allí nos fuimos en metro a visitar el Museo de Historia Natural.
Queríamos ver Picadilly Circus de día así que después de las fotos pertinentes nos acercamos a Chinatown para comer. El resto de la tarde la dedicamos a callejear viendo las tiendas de Oxford Street y Regend Street.Para despedirnos de Londres volvimos a cruzar el puente para ver el Parlamento con su Big Ben iluminado. Y así terminamos nuestra escapada ya que al día siguiente salíamos de madrugada de nuestro hotel para coger el vuelo que nos traería directos a casa.
Y aquí llega la receta. ¿A que parece de chocolate? Pues no, no lleva nada de chocolate. Este es un pudín típicamente inglés hecho con dátiles y melaza que nos ha encantado. Para hacer estos bizcochitos vamos a necesitar:
El sábado nos levantamos bien temprano para visitar la Torre de Londres, pero sin visitarla por dentro ya que este viaje preferimos más pasear por la ciudad que entrar en los monumentos que ya conocíamos. Atravesamos el Tower Bridge y contemplamos las modernas construcciones a ambos lados del Támesis entre las que se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad y uno de los edificios más altos de Europa. Paramos en otro de los grandes descubrimientos de este viaje, el Borough Market, pero esto se merece una mención aparte así que ya os lo enseño más adelante. Tras reponer fuerzas comiendo algo en el mercadillo nos fuimos al comúnmente conocido como teatro de Shakespeare y desde allí subimos a la cafetería del Tate Modern para sacar unas preciosas fotos de la catedral de San Paul. Cruzamos el Milenium Bridge y paseamos por los alrededores de esta imponente catedral antes de irnos a coger de nuevo el metro.
Como he dicho, el Borough market se merece una mención aparte y es que este mercado me enamoró. Es uno de los mercados más grandes de Londres y se extiende bajo los arcos del ferrocarril y el London Bridge. En él se pueden encontrar productos llegados de todas partes del país y del continente y se prepara comidas de lo más apetitosas. Allí se puede comprar desde un faisán hasta una pequeña botella de aceite de oliva con trufas. Toda una experiencia que no te debes perder si viajas a Londres. Allí probamos varias cosas pero me quedo con una súper cookie de chispas de chocolate.
A medio día visitamos el famoso mercadillo de Notting Hill pero antes hice una breve parada en una tienda de artículos de cocina que se encuentra muy cerca, Kitchen ideas. Tras comprar un par de cosas nos encaminamos al abarrotado mercadillo y allí me llevé una gran decepción ya que iba con la intención de comprar algunos cubiertos y platos antiguos pero el precio que pedían era desorbitado así que mi gozo en un pozo. Paseamos un rato y paramos a comer una cupcake en Hummingbird bakery y he de decir que la red velvet está de vicio, eso sí, hay que hacer una cola importante pero merece la pena para darse el capricho. Javi se agobió con tanta gente así que nos marchamos y justo al lado de la parada de metro de Notting Hill está la tienda de Jamie Oliver en donde se puede comer o simplemente comprar algunos de sus productos o libros. Luego fuimos a la zona de Regent Park, donde está el Palacio de Kensington, sonde vivió Diana. En uno de los laterales del parque se encuentra el Albert Royal Hall y justo detrás el museo de historia natural (ese día no pudimos visitarlo porque las colas eran kilométricas!! pero volvimos el lunes) Nos acercamos a Buckingham Palace y paseamos por Hyde Park.
Por la noche visitamos el famosísimo Harrods y volví a perderme por su zona de comidas. Simplemente impresionante, podría pasarme todo el día allí.
El domingo comenzamos el día en Trafalgar Square,con la Galería Nacional y la columna de Nelson. A las diez y media se celebra el cambio de guardia montada en la Horse Guard Parade, cerca de la casa del primer ministro. Luego nos acercamos a la Abadía de Westminster y al Parlamento con su emblemático Big Ben. Cruzamos el puente para coger el metro justo detrás de la altísima London Eye. Cogimos el metro para ir a Camden a comer en su mítico mercadillo.
Camden Town es un lugar conocido por la vida alternativa de sus habitantes además de por celebrarse los domingos un mercadillo impresionante. Puedes comprar de todo, pero yo me centré en la basta oferta de comida que había. Era como viajar por el mundo culinariamente hablando, desde la tortilla española, a los tacos mejicanos o los típicos fideos chinos. Aprovechamos para probar varias cosas y el postre nos lo fuimos a comer a Primrose bakery.
Por la noche nos acercamos a Picadilly Circus en donde habíamos quedado con una amiga para tomar algo pero antes hicimos una breve parada en la preciosa estación de King´s Cross St Pancras. Como llegamos antes de tiempo nos acercamos a Chinatown y caminamos por su calle principal.
El lunes era nuestro último día en la capital británica así que nos dirigimos a la City con sus grandes bancos, la bolsa, el antiguo ayuntamiento, Guidhall y el precioso mercado victoriano de Leadenhall. Desde allí nos fuimos en metro a visitar el Museo de Historia Natural.
Queríamos ver Picadilly Circus de día así que después de las fotos pertinentes nos acercamos a Chinatown para comer. El resto de la tarde la dedicamos a callejear viendo las tiendas de Oxford Street y Regend Street.Para despedirnos de Londres volvimos a cruzar el puente para ver el Parlamento con su Big Ben iluminado. Y así terminamos nuestra escapada ya que al día siguiente salíamos de madrugada de nuestro hotel para coger el vuelo que nos traería directos a casa.
Y aquí llega la receta. ¿A que parece de chocolate? Pues no, no lleva nada de chocolate. Este es un pudín típicamente inglés hecho con dátiles y melaza que nos ha encantado. Para hacer estos bizcochitos vamos a necesitar:
Comenzamos hirviendo los dátiles con el agua. Una vez comience a hervir lo retiramos del fuego y lo trituramos. Reservamos mientras vamos preparando la masa.
Batimos la mantequilla con el azúcar ya la vainilla hasta conseguir una pasta cremosa. Vamos incorporando los huevos de uno en uno (no añadimos uno hasta que terminemos de batir el anterior) Batimos junto con la miel de caña.
Tamizamos la harina, la levadura y el bicarbonato y lo incorporamos a la masa de tres veces, batiendo hasta integrar todos los ingredientes antes de incorporar más harina. Finalmente mezclamos con los dátiles triturados.
Vertemos la masa en moldes para muffins previamente engrasados y los llevamos al horno precalentado a 175º para hornearlos entre dieciocho y veinte minutos o hasta que comprobemos con un palillo que están completamente hechos.
Mientras se hornean los bizcochos preparamos la salsa y para ello vertemos todos los ingredientes en un cazo y lo llevamos a ebullición durante un par de minutos, hasta que eses ella salsa. Sacamos los bizcochos del horno y servimos calientes acompañados de la salsa y un poco de helado.
¡Menuda pinta! ¡Ay qué ganas me han entrado de prepararlos! ¡y cómo tiene que estar esa salsa de chocolate! ¡Te copio la receta y no te digo la envidia que me da tu escapada a Londres porque es muy temprano para ponerse verde!
ResponderEliminar¡Besos mil!
http://losdulcessecretosdecuca.blogspot.com.es/
Guau, con el reportaje que has hecho del pedazo viaje, no hace falta ni que vaya a Londres,jjjjjja
ResponderEliminarVaya receta que nos traes hoy de lujo total, rica rica. bssss.
Londres es precioso, lástima que no podemos ir a verla con más frecuencia.
ResponderEliminar10 èposti los ven y todavía hundreds've consiguieron averiguar.
Gracias por el maravilloso reportaje
que tengas un buen día
hola
Estoy convencida de que Londres, como muchas otras ciudades europeas, es una ciudad para repetir. En hora buena por el viaje y por el pudding, tiene una pinta estupenda. Un abrazo.
ResponderEliminarMenudo viajecito chulo, nos encanta Londrés!1 y la receta espectacular..Besos de Bea y Mara
ResponderEliminarQue ganas tengo de ir a Londres! Tengo amigas viviendo allí y aún no he ido a visitarlas. El pudding... sin comentarios, estoy babeando el teclado :)
ResponderEliminarLondres é um pais que adorava conhecer, adorei este passeio virtual
ResponderEliminarA sugestão agradou-me bastante lindos e super gulosos
bjs