A mi madre le apasionan las almendras así que no es de extrañar que me pida continuamente que le haga esta sencilla y deliciosa tarta. Yo prefiero hacer la masa quebrada en casa pero si no tenemos tiempo podemos comprarla ya hecha. Para esta tarta vamos a necesitar los siguientes ingredientes:
Comenzamos preparando la masa y para ello tamizamos la harina, el azúcar glas y una pizca de sal en un bol. Añadimos la mantequilla bien fría y cortada en cubitos y con ayuda de los dedos mezclamos con la harina y el azúcar hasta formar migas finas. Incorporamos el huevo batido y la cucharada de leche y mezclamos hasta unificar todos los ingredientes. Hacemos una bola con la masa, la envolvemos en film y la dejamos en la nevera al menos media hora.
Engrasamos un molde acanalado, ponemos un poco de harina sobre la encimera y estiramos la masa con un rodillo hasta dejarla fina. Cubrimos el molde con la masa y cortamos lo que sobra. Pinchamos la superficie de la tarta con un tenedor y la volvemos a llevar a la nevera otra media hora.
Precalentamos el horno a 180º y cubrimos la masa con papel para horno. Rellenamos con garbanzos, judías o arroz para que nos haga peso y cocinamos la masa unos quince minutos. Retiramos el papel de horno con el peso que hayamos puesto y cocinamos otros cinco minutos hasta que los bordes estén dorados.
Mientras se cocina la masa vamos preparando el relleno y para ello batimos la mantequilla reblandecida con el azúcar hasta conseguir una masa cremosa. Vamos incorporando los huevos de uno en uno y continuamos batiendo hasta incorporarlos por completo. Finalmente añadimos la almendra molida y la ralladura del limón. Lo mezclamos todo bien.
Cubrimos el fondo de nuestra masa precocida con las cuatro cucharadas de mermelada de fresa y vertemos el relleno que hemos preparado encima. Cubrimos la capa superior de la tarta con almendras fileteadas y lo horneamos durante 35 minutos. Para evitar que las almendras fileteadas se me quemen horneo la tarta cubierta con papel de aluminio los veinte primeros minutos y la descubro los últimos quince, así nos queda doradita.
Sacamos la tarta del horno y la dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Ya tenemos el postre listo.
¡Impresionante! Me ha encantado la receta. Por cierto, muy guapa en la nueva foto de perfil
ResponderEliminar¡Besos mil!
Hola guapísima !!!
ResponderEliminarMi madre es de la misma escuela de la tuya, donde haya almendra hay alegría jaja
Una tarta absolutamente deliciosa Déborah que te ha quedado impecable. Por supuesto que me la llevo, y ya veré cuándo busco un hueco porque la tengo que hacer.
Me ha encantado.
Besotes mi niña.
Esta tarta es una delicia¡¡¡ la hice hace ya mucho tiempo incluso no se si la tendre en el blog, tengo que repetirla, besos
ResponderEliminarLa bakewell es de mis favoritas, y cuando he visto que un blog que siguo la publicaba me he lanzado a comentarte porque le tengo muchas ganas y me trae muy buenos recuerdos. Gracias por despertarme con esta tarta. Un abrazo.
ResponderEliminarNo la he probado nunca y me están entrando unas ganas locas de hacerla. Un besazo
ResponderEliminarmuy rica¡¡¡ me la apunto¡¡.
ResponderEliminarbesos crisylaura