Éste es un bizcocho que nos encanta, queda muy jugoso y es muy fácil de hacer. Está tan bueno que fue uno de los regalos que le hice a una amiga para el día de su boda, adivináis qué fue lo único que comió antes del banquete? Si, me confesó que era lo único que le apetecía. Para prepararlo vamos a necesitar:
Comenzamos precalentando el horno a 170º con la función de ventilador. Batimos la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar hasta conseguir una masa cremosa. Añadimos los huevos de uno en uno (no añadimos otro nuevo hasta que el anterior esté bien incorporado a la masa) Incorporamos el dulce de leche y el extracto de vainilla y continuamos batiendo hasta que se integren bien los ingredientes.
Tamizamos la harina, la levadura y la sal y añadimos un tercio de la mezcla a la masa mientras batimos a velocidad baja. Incorporamos la mitad de la buttermilk y seguimos batiendo para añadir otro tercio de la mezcla de harina. Terminamos con lo que queda de buttermilk y cuando esté integrado incorporamos el resto de harina. Vertemos en el molde engrasado (yo uso spray desmoldante) y lo llevamos al horno entre 50 y 60 minutos o hasta que pinchemos y el pillo salga limpio.
Una vez fuera del horno lo dejamos atemperar en el molde unos diez minutos antes de desmoldarlo sobre una rejilla para que termine de enfriarse. Ya tenemos un bizcocho con el que disfrutar.
Con lo que me gusta el dulce de leche no te dejaría ni las miguitas. Qué color y el sabor será impresionante! Besiños.
ResponderEliminarPintaza tiene por que no puedo que si no me lo comia todo y todooooooo me pierde el dulce de leche, no dudo ni un segundo que este de rexupete , con tu permiso me guardo la receta ,te ha quedado de relujo.
ResponderEliminarBicos mil y feliz semana wapa.
Qué rico! Te ha quedado de maravilla, ¡felicidades!
ResponderEliminarBesos!
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