La Baklava es un dulce típico de la cocina turca aunque no solo lo encontramos en la gastronomía de este país sino en todo el Oriente Medio. Es un dulce delicioso y nada complicado de hacer para endulzarnos una tarde en la que tengamos ganas de viajar a través de los sentidos. Para prepararla vamos a necesitar:
Comenzamos preparando el almíbar y para ello pon los todos los ingredientes en un cazo y lleva a ebullición la mezcla a fuego suave. Una vez que empiece a hervir, y con el fuego muy suave, déjalo unos minutos, retira del fuego y reserva. Picamos los frutos secos con el chocolate con la ayuda de un robot de cocina. Podemos usar los frutos secos que más nos gusten como nueces, almendras, avellanas, ... pero hemos de tener en cuenta a la hora de picarlas no dejarlas muy pequeñas para que se noten los trocitos. En un bol mezclamos los frutos secos triturados junto con la canela, la nuez moscada y el azúcar moreno.
Cortamos las láminas de masa filo del tamaño del molde que vayamos a usar. Derretimos la mantequilla en el microondas y pincelamos el molde. La pasta filo se seca con mucha rapidez así que mientras vamos trabajando con ella la envolvemos en un paño húmedo. Cogemos una lámina de pasta filo y la pincelamos con un poco de mantequilla derretida.
Colocamos la lámina pincelada en el molde dejando la cara pintada hacia arriba y repetimos el proceso hasta tener ocho capas de pasta filo. Cubrimos con la mitad del picadillo de frutos secos y la cubrimos por una lámina de pasta filo pincelada de mantequilla por ambas caras. Sobre esta lámina colocamos otras tres pinceladas sólo por la parte superior y volvemos a cubrir con el resto del picadillo de frutos secos. Colocamos una capa de pasta filo pincelada por ambas caras y siete más pinceladas sólo por la cara superior.
Con un cuchillo bien afilado cortamos la baklava en cuadrados sin llegar hasta el fondo, sólo cortando hasta llegar a la primera capa de frutos secos. Lo metemos en el horno precalentado a 180º durante un total de 45 minutos de los que los últimos 25 minutos hornearemos la baklava cubierta con papel de aluminio para que no se nos queme. La sacamos del horno y la dejamos atemperar 5 minutos antes de bañarla con el almíbar que habíamos preparado previamente. Podemos comerla tibia o fría, como más nos guste. Es irresistible!
mi postre favorito madre mía.... es que me relamo sólo de pensar lo bueno que es. Una bomba calórica, pero exquisita
ResponderEliminarNo lo hice ni lo probé nunca, aunque no tardaré que hace tiempo que le tengo ganas. Pinta de maravilla! Besiños.
ResponderEliminarTiene un aspecto estupendo. Un besazo.
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