He de reconocer que en cuanto vi esta tarta en las stories de Un pedacito de cielo no me pude resistir y me fui directa a la despensa a ver qué necesitaba comprar para hacerla. Le mandé la imagen a mi hermana pequeña y me dijo que la hiciera para la cena de fin de año y me puse manos a la obra. Lleva varias elaboraciones pero el resultado es tan delicioso que merece la pena el esfuerzo. Para prepararla vamos a necesitar:
La primera elaboración que hay que preparar son los merengueros y para ello ponemos a batir las claras de huevo con una pizca de sal. En cuanto estén semi montadas vamos añadiendo poco a poco el azúcar y seguimos batiendo hasta que nos quede un merengue firme y brillante. Lo pasamos a una manga pastelera con una boquilla de estrella y vamos formando nuestros merenguitos de distinto tamaño sobre una bandeja cubierta con papel de horno. Los metemos en el horno precalentado a 90 grados durante dos horas. Una vez pasado el tiempo apagamos el horno y lo dejamos cerrado al menos cuatro horas más para que se terminen de secar los merenguitos (yo los dejo toda la noche en el horno sin abrir)
Lo siguiente con lo que nos vamos a poner es con el bizcocho genovés. Batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen y en ese momento le vamos añadiendo la harina tamizada poco a poco. Vamos incorporándola con ayuda de una espátula haciendo movimientos envolventes para que no se baje el volumen de los huevos. Cubrimos la base de un molde de 20cm con papel de hornear y no engrasamos las paredes del molde para que la masa se agarre al subir. Vertemos la masa y la llevamos al horno precalentado a 175º durante 35 minutos. Una vez comprobemos que está cocinado lo dejamos enfriar en el molde antes de desmoldarlo. Pasamos un cuchillo o espátula por el molde para separar el bizcocho de las paredes con cuidado de no romperlo. Lo demolamos y lo cortamos por la mitad.
Preparamos el almíbar y para ello calentamos el agua junto con el azúcar hasta que se disuelva y le añadimos la vainilla. Dejamos que se enríe.
Para hacer el buttercream ruso ponemos a batir la mantequilla hasta que blanquee. Una vez esté cremosa y más clara vamos añadiendo la leche condensada poco a poco, teniendo en cuenta que debemos raspar los laterales y el fondo del bol para que todo se mezcle homogéneamente. Batimos unos diez minutos hasta que estén integrados los ingredientes y nos quede una buttercream bien cremosa.
Ahora toca montar la tarta. Vamos usar el molde en donde cocinamos el bizcocho para ayudarnos a crear la tarta perfecta. Colocamos una base con la mitad del bizcocho y lo humedecemos con almíbar. Ponemos una capa de buttercream y cubrimos con merenguitos. Espolvoreamos con las avellanas picadas y rellenamos con más buttercream (hasta que no se vean los picos de los merenguitos) Cubrimos con la otra mitad del bizcocho y lo humedecemos con almíbar. Lo dejamos en la nevera al menos una hora. Pasado el tiempo lo desmoldamos y lo cubrimos con buttercream. Decoramos la parte inferior co avellanas picadas. Volvemos a llevar la tarta a la nevera y mientras tanto prepararnos la ganache de chocolate. Calentamos la nata junto con el chocolate y removemos hasta que se funda. Le añadimos la mantequilla y dejamos que coja consistencia antes de verter en la parte superior de la tarta. Dejamos la tarta en la nevera y decoramos con los merenguitos antes de servir ya que en la nevera cogerían humedad y nos estropearía el resultado.
Pero que buena pinta tiene.
ResponderEliminarSaludos
Que buena pinta la de esta tarta que sin lugar a duda la vista lo dice todo y ha debido ser una delicia poder deleitar un trozo. Besos
ResponderEliminarQue rica, te ha quedado rica rica. Bsss
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