Mi madre adora los dulces que contengan almendra así que estos bizcochitos ya sabéis a donde han ido a parar (casi ni los probamos) Son muy fáciles de hacer y tienen un sabor que nos recuerda a la tarta Santiago. Para prepararlos vamos a necesitar solo cinco ingredientes:
Comenzamos batiendo los huevos junto con el azúcar hasta que doblen su tamaño. Le añadimos la almendra molida, la canela y la ralladura de limón y mezclamos con movimientos envolventes para que la masa tenga algo de volumen.
Vertemos la masa en moldes pequeños previamente rociados con spray desmoldante. Ponemos los moldes en un bandeja de horno y los cocinamos en el horno precalentado a 160º durante 3unos 30 minutos o hasta que se doren y al pincharlos con un palillo éste salga limpio.
Dejamos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldarlos y espolvorearlos con un poco de azúcar glass. Ya tenemos listos estas pequeñas delicias a las que, al menos, mi madre, no se puede resistir.
Para acompañar un café, seguramente deliciosos!
ResponderEliminarCariños Déborah!
menudo corte tienen, se ven deliciosos, y tu madre habrá disfrutado un montón de tu receta
ResponderEliminarAdoro doces com amêndoa, ficaram uns bolinhos tão lindo e imagino que deliciosos.
ResponderEliminarPerfeitos para o meu lanche.
Boa semana