lunes, 13 de enero de 2020

Lebkuchen


Nunca he decorado una galleta, me parecía muy complicado, pero en cuanto vi estas galletas típicas alemanas en el blog de Pimienta Dulce supe que tenía que intentarlo y la verdad es que no me puedo quejar del resultado. Ya sabéis que me encanta visitar los mercadillos alemanes en navidad (llevamos cuatro años seguidos) y estas galletas se venden en todos ellos. Para hacer la glasa seguí la receta de María Lunarillos que, para una inexperta como yo, lo explica muy bien. Incluso sin decoración las galletas están buenísimas por lo que aquí les dejo la receta:


Comenzamos tamizando la harina junto con el cacao y las especias en un bol y reservamos. Con ayuda de nuestra batidora mezclamos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir que se integre y quede cremosa. Incorporamos el huevo y la yema y seguimos batiendo antes de añadir la vainilla. 
Incorporamos la miel junto con la ralladura de limón y batimos. Es el momento de agregar la mirad de la mezcla que habíamos tamizado. Cuando se integre a la masa añadimos las tres cucharadas de leche, batimos y terminamos por incorporar el resto de los ingredientes secos.


Estiramos la masa entre dos papeles de cocina dejando un grosor de 5mm. Enfriamos el resultado una media hora en la nevera y cortamos con las formas que más nos gusten. Como era un regalo de navidad yo corté estrellas y copos de nieve pero en Alemania es muy típico cortarlas en forma de corazón grande y decorarlas con un mensaje.
Ponemos las galletas en una bandeja de horno cubierta con papel para hornear y las metemos en el horno precalentado a 175 grados hasta que se doren (a mí me llevó 8 minutos pero todo depende del tamaño de las galletas, las pequeñas tardaron menos) Pasamos las galletas a una rejilla para que se enfríen.


Cuando las galletas estén frías preparamos la glasa. Tamizamos el azúcar las y reservamos. Batimos la albumia con el agua hasta que se deshagan todos los grumos y la mezcla espume. Añadimos el azúcar las tamizado y batimos a una velocidad baja para que el azúcar no salga disparado por todos lados. Batimos bien hasta integrar todo el azúcar y comprobamos la consistencia. Si está muy líquida añadiremos poco a poco más azúcar las tamizado hasta conseguir la textura adecuada. Pasamos a una manga pastelera con una boquilla fina y a dejar volar la imaginación. Decoramos y dejamos que la grasa se seque antes de guardarlas para que se conserven. Este fue un regalo muy especial que hice unas amigas por navidad así que espero que les gusten!



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